... sabiendo esperar un poco

domingo, 12 de agosto de 2007

Historias de papel...

(Del encanto de las cartas de papel...)


Hola, hola...

Recién hará unas 3 semanas, tuve un raro contacto con una de esas cartas anacrónicas; sí, de esas que se escriben de puño y letra; de las que se meten en un sobre y se mandan por correo; de las que generan esa angustiosa esperanza; de las que rápidamente ha sustituído la Internet...

Una amiga, que muy poco veo, me invitó a la fiesta de tres años de la niña de una madre soltera, amiga suya, a la cual yo no conocía...

Ella, Mercedes, viajó a los Estados Unidos en calidad de inmigrante ilegal y trabajó un tiempo por allá... conoció a un muchacho, se enamoró, concibió a Sofía y regresó a México... Y ese día celebrábamos los tres años de la niña...

- Lo único que trajo consigo fue a Sofía...

Mi amiga me había dado a guardar un sobre para entregárselo a Mercedes, la madre... al hacerlo, me enteré que era una carta que había sido devuelta por no haber sido posible hacerla llegar al destinatario...

- Yo le digo que ya no tiene caso, pero ella se empeña en escribirle...

Me permitieron revisarla y, además de faltarle el número de apartamento de un edificio en la ciudad de Los Angeles, noté que la dirección en sí estaba mal escrita... Ya no recuerdo bien cómo fue que me encontré al día siguiente cambiando de sobre la carta de una casi desconocída para enviarla a una dirección que me permitieron cambiar sin estar plenamente seguro de si mis cambios sugeridos eran correctos...

Por supuesto que no leí el contenido del texto, pero al cambiarla de sobre, no pude dejar de notar que contenía una foto de Mercedes y Sofía, y tampoco pude dejar de notar un aroma que me pareció de rosas...

Terminé de escribir la dirección, compré las estampillas, las pegué, deposité la carta en el buzón correspondiente, y salí de la oficina de correos sin voltear atrás... con un apresuramiento injustificado... sintiendo una extraña mezcla de gratitud, solidaridad, nostalgia... y creo que hasta un poco de coraje (indignación) y algo de... envidia...

Los medios cambian... pero las historias siguen siendo las mismas...

Saludos...
-