... sabiendo esperar un poco

miércoles, 27 de agosto de 2008

Consonancia...

(De los hermosos días de lluvia...)

Los días de lluvia ejercen en él ese proceso cruel de soltar las armas... de bajar la guardia... de creer que por una vez acaso es posible descansar... de recordar por sorpresa...

entre el olor que despide la tierra húmeda y tibia... su olor...
entre la penumbra vaporosa de nube caricia a ras de suelo... su brillo estridente y pasajero... fugacidad...
entre el rumor de las gotas que golpean las hojas de los árboles... sus palabras claras... nitidas... contundentes...

- es que no es posible que no te des cuenta... bien dicen que no hay más ciego que el que no quiere ver...

esa última sentencia se eleva y se extiende infinita... un manto... una lápida... el pasado y el presente... y todo lo que haya sido que pasó, que algo pasaría en medio... aunque no se recuerde, aunque no se defina sino porque hoy es posible revatir... cuando ya resulta innecesario... tan claro como si estuviese sucediendo... junto con lo que no sucedió y que sucede ahora... que en aquel entonces no hubiese tenido sentido aunque hubiese logrado algo, y que hoy, ahora ya no lo tiene y sin embargo es posible que por ese mismo sinsentido sea acaso lograble abrir los grilletes que tampoco tienen ya sentido en virtud de que no hay ya nada de qué escapar... más aún ya no hay a dónde escapar... ni necesidad de escapar de nada... Ironico ¿no?... que eso y no otra cosa sea... es... la libertad...

- tienes razón... no hay más ciego que el que no quiere ver... pero (y sonrio), quién creyera que lo contrario también es enteramente verdad...

afura llueve suavemente... adentro también...

Saludos...
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jueves, 14 de agosto de 2008

Bien y mal...

(De la maldición de la clarividencia...)

... recuerdo aquella vez... mientras comíamos... juntos... en aquella época en que las cosas fueron bien... antes de que fueran mal... ella notó que estaba algo pensativo...

- ¿En qué piensas?
- En nada en realidad... sólo estaba tratando de fijar en la memoria este momento... para recordarlo cuando todo haya terminado...

y ella, algo molesta, obviamente...

- No tiene por qué terminar si nosotros no queremos...
- Sí... tienes razón... discúlpame...

ahora recuerdo aquella vez... y sonrio...


Escribe P en su blog:

ceder a sus caprichos es tán fácil
por verla sonreír cuando se aleja
si luego no vinieran estos tiempos
a recordarme, "cuídate", "vigila"
y esa última sentencia aclaratoria
que reza: "piensa en ti"
y a todos rige
ahora, luego nadie es egoísta
precavido tan sólo
me gustaría explicarles que yo sí
pues al cerrar los ojos cada noche
aún guardo su sonrisa
la quiero para mi
ya nada importa
y aunque llegue el mañana en que esto acabe
y deba refugiarme, de nuevo entre vosotros
aceptaré orgulloso el "te lo dije"

Publicado por P. en 17:58

http://elcementeriodelasbuenasintenciones.blogspot.com/2008/08/abismarse.html

Saludos...

miércoles, 13 de agosto de 2008

Decisiones...

(De supuestos aciertos y errores...)

Dicen que uno aprende de sus errores... de sus malas decisiones... Quizás sea cierto... También hay quien nunca aprende... Otra cosa es si uno supera o no las consecuencias de una decisión, haya sido buena o mala... si asimila esas consecuencias... o qué tanto logra uno asimilarlas... Por cierto que hablar de la bondad de una decisión es también tema aparte... y ni se diga de la actitud que cada quien asume al tomar una decisión... Temerosa, valiente, temeraria... analítica, intuitiva, viceral... inteligente, torpe, estúpida... lenta, pausada, precipitada...
También se dice que una vez tomada, debe apoyarse al 100... siempre y cuando, digo yo, no te des cuenta que la calabaceaste al 100... jajaja...
O sea, nada... "sólo sé que no sé nada..." Pero lo que sí creo (aunque bien pudiera ser sólo una salida de mi cobarde inconciente), lo que sí creo es que uno NO SE EQUIVOCA al tomar una decisión... es cuestión de perspectiva... no más... siempre se toma la decicisión correcta en base a la evaluación y a la perspectiva particulares de ese preciso y único instante, que bien puede ser, y con frecuencia es, diferentísimo del siguiente...
Es decir, ¿Quién, en su sano juicio, opta por una decisión equivocada?... Así entonces, no hay razón para lamentar una decisión...
(Lo que por otra parte, y creo es claro, no tiene nada que ver con hacer otra decisión -no cambiar ni corregir-. Tomar otra decisión al instante siguiente, a la luz de otra perspectiva...)

Saludos...