... sabiendo esperar un poco

domingo, 27 de diciembre de 2009

Sorpresas de la vida...

(De la "Montaña Rusa" que es la vida...)

Una de las muchas "sorpresas" que la vida te da...

y con lo de "sorpresa" pretendo describir esos eventos que ni siquiera sabes que existen... porque uno puede pensar que un evento inesperado es un evento sorpresivo, pero hay muchos eventos de la vida que no por ser esperados dejan de ser sorpresivos... sabemos y esperamos la existencia de goles en un partido de fútbol, sabemos del dolor de muelas, sabemos del amor y, obvio, del desamor... sabemos de la existencia de la desexistencia; es decir, de la muerte... pero son eventos que "conocemos", que sabemos han de ocurrir, y aún así, cuando aparecen, resultan sorpresivos... y es que la sorpresa no radica en el evento en si, sino en la sensación, de la que no sabías que existía, o que resulta novedosa casi cada vez, que te hacen sentir... la experiecia propia, individualísima del gol, del dolor de muelas, del amor, del desamor... de la muerte...

Es verdad aquello que reza "nadie escarmienta en cabeza ajena". Nos preparan para saber "qué hacer" en caso de sismo, pero Dios nos libre de encontrarnos en un onceavo piso de un edificio del centro de Ciudad de México cuando ocurre un sismo de 2 minutos y de 7 grados en la escala Richter...
No se extrañen, quienes "me conocen", de que invoque a Dios, porque deben saber, si es que no lo saben ya, quines me conocen, que creo que sólo se invoca a Dios (y lo digo, lo escribo, porque me ha sucedido) cuando intuímos que no hay "poder humano" que solvente, a nuestro humano parecer, por supuesto, una determinada situación... entonces clamamos a "algo", a "alguien", que tiene ese "poder" de hacer nuestra voluntad... Así es como los seres humanos creamos a Dios (yo lo sentí)... ¡Perdón!... así es como yo creo que sucedío... hasta ahí...

Una de las muchas sorpresas que la vida te da resulta cuando te das cuenta que "hace tiempo" no vas "de subida", sino "de bajada"...

y escribo "hace tiempo" porque ni hay un punto específico de inflexión, de cambio de sentido, ni las pendientes principales de la vida son tan inclinadas que se note cuando en términos absolutos vas subiendo, ni cuando "de ya" vas bajando... y por supuesto, además, que cuando subes y cuando bajas, hay subidas y bajadas "locales, momentaneas", de manera que que aún subiendo se baja algunas veces, y aún bajando se sube otras... incluso es posible que se inicie la subida bajando y que se termine de llegar al fondo subiendo...

Una de las muchas sorpresas que la vida te da resulta cuando te das cuenta que hace tiempo no vas de subida, sino de bajada...

cuando te percatas que el tiempo ya no cuenta (aunque así se cuente) progresivamente sino de manera regresiva; que ya no sumas sino restas; cuando ya no vives (si es que alguna vez alguien lo hizo) sino que mueres...
porque yo creo que uno no empieza a vivir, sino que empieza a morir desde que se nace, o quizás desde antes de nacer... y no me consideren pesimista; incluso al contrario, creo que viéndolo de esta menera es posible exaltar más los "puntos a favor" que se logren en la vida... Si tú vives creyendo que la vida vale 10, un evento de 11 resulta bien, pero si vives dándole a la vida un valor de 3, ese mismo 11... ¡uuufff!... aunque no por ello ande yo saltando de alegría cuando sucede un 11... y en cambio saltan otros mucho más por mucho menos... cada quien, a fin de cuentas tiene su escala, su medida de la vida, y cada escala es independiente de cualquiera otra y por eso es que, volviendo al tema, cada experiencia es sorpresiva para cada quien... "La vida de cada quién, sólo puede medirse con la vida misma de cada quien..."

Una de las muchas sorpresas que la vida te da resulta cuando te das cuenta que hace tiempo ya no vas de subida sino de bajada...

y esto no es, de manera ninguna, una tragedia, ni un "hasta aquí"... son cosas que han de suceder y suceden... incluso no es siquiera un hecho contudente... es más bien como una idea sin sustento, como una sutil sospecha... un algo que no habíamos notado y que ni siquiera sabemos ( al menos yo no lo se) decir si ha estado ahí mucho tiempo, acaso desde siempre... si es real, una sabia revelación o un mero sueño, o un mero temor... porque sueños, temores, sospechas y revelaciones... las tenemos siempre...

Saludos... desde el abismo...
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2 comentarios:

Tesa Medina dijo...

Hola, Guillermo, regreso de mi éxtasis, más que eso de mi trabajo obsesivo.

Cuando me pongo con algo soy intensa, lo doy todo, hago una inmersión y el resto se amolda a ese objetivo.
Luego suelto a la “criatura”, la comparto y no suelo recrearme en lo hecho, no vuelvo a leer un cuento entregado, ni me apasiona repasar las fotos que dejé en la tienda, están ahí, a ver qué les “dicen” a otros.

Pero esta vez la suelta coincidió con el parón de las festividades navideñas, aquí se congela la vida, y por mucho que trates de que no te arrastre el rito te ves en celebraciones y exaltaciones de “buenrollismo” y espíritu navideño, donde cada uno va a su aire y nadie tiene tiempo para dedicarle a nadie de verdad.

Ya pasó, estoy diseñando ya un nuevo proyecto y organizando mi año.

Quizá busquemos en los demás lo que nos falta. No lo sé. Pero mi pequeño bajón no es nada comparado con tu abismo, desde el que me gusta que emerjas para visitarme en mis moreras.

Guillermo, ¿has decidió de verdad ser infeliz el resto de tus días?

No creo en Dios ni en la suerte, creo en lo que dijo Oscar Wilde, con su divertido cinismo “Lo raro es vivir”

Por eso hay que hacerlo con humor, pasión y creatividad, partiendo de hechos, si vemos que va de bajada llegar hasta el fondo rápidamente, como en una pileta, y dar un buen empujón con el pie para salir a flote, no caer resignadamente y llegar sin fuerzas.

Cuando me marche de este barrio, no quiero que mis últimas palabras sean “Tesa, vaya mierda de vida que has llevado”

Por cierto en mis documentos oficiales soy Teresa, pero para mucha gente soy en la vida real Tesa, me alegro que te guste.

Un abrazo, Guillermo, y pienso volver a leerme el resto atrasado. Me interesa mucho lo que cuentas y cómo lo cuentas. No me dejas indiferente.

A do outro lado da xanela dijo...

Y todo es subir y bajar continuamente, una inmensa montaña rusa...

lástima cuando las bajadas duran mucho más que las subidas. a veces pienso que nunca acabaré de bajar.

Beso!