... sabiendo esperar un poco

miércoles, 25 de junio de 2008

Al Vuelo...

(De... no sé de qué...)

"Alrededor de su cuerpo hay una distancia transparente que no podrá cruzar jamás"

Cristina Rivera Garza; "Nadie me verá llorar".

¿Dónde?
Un lugar
un refugio
a la sombra del sol de las miradas
al abrigo de luchas cotidianas...

gna325; "Refugio..." (inconcluso...)

Saludos...

martes, 17 de junio de 2008

Encuentros Casuales...

(De las secuelas de un intento infructuoso...)

Bajaba yo del E a la Planta Baja y la vi pasar... para no encontrarla decidí entrar al baño... lleva ese traje sastre gris con el que casi estoy seguro la vi por primera vez... jejeje... por supuesto que ya no nada dentro de él como aquella vez...
Mientras estaba en el baño me vi en el espejo y pensé: "Lleva dinero"; y supe de inmediato por eso y por la hora que se dirigía por un desayuno de los que pide a domicilio... Por cierto que traigo unas ojeras que parezco mapache... debo tratar de dormir un poco más...

En saliendo, apenas para tomar la manija de la puerta que conduce a los torniquetes de salida un presentimiento como leve brisa me recorre el cuerpo... y sí, casi abrimos la puerta juntos... Ambos adoptamos una postura de "nada pasa" y que indicó cualquier cosa menos que nada pasaba... seguimos de largo y yo apenas atino a murmurar una cortesía... "Hola..."

Unos minutos después estoy de regreso y en seguida de pasar los torniquetes de entrada ella sale por la misma puerta... ambos íbamos a tomar el elevador... ni cómo escapar...

"Dos veces en el mismo día, ¿Querrá decir algo?", dice y rie un poco... como ella suele hacerlo...
Sin mirarla, apenas logro mantener erguida la cabeza y, por no quedarme callado, digo... "No sé"... y estuve a punto de continuar... "espero que no..." pero logro desviar el inicio de la frase para decir, como suelo hacerlo, "mmm... no lo sé..."

Para bien o para mal, en seguida llega más gente, y también el elevedor... así entonces, de nuevo comodamente ocultos en la cotidianeidad, seguimos como si nada... cada quien por su lado...

Saludos...

domingo, 8 de junio de 2008

Segunda sección, Bosque de Chapultepec...

(De las ruinas de un pilar...)

"No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos."

Ayer volvimos a perder... no soy más el portero del equipo... ni siquiera titular en el campo... entré en el segundo tiempo a la contención central y no creo haber jugado tan mal... pero eso a nadie le importa... un compañero hace cuentas y aún podemos calificar... yo guardo silencio... espero que nigún Dios vaya a tomar eso como una plegaria... saliendo del campo todo regresa a la normalidad... es mi dosis de angustia de fin de semana... hasta la próxima... ahora sé que fue un error haber aceptado formar parte de este equipo... y peor aún, todo apunta a que en los años por venir añoraré estos sinsabores...

Dormí toda la tarde... desperté poco antes de la media noche, mandé un par de mensajes de celular, me contestaron uno, hablé por hablar como una hora por teléfono (Gracias Fabiola... no se si te diste cuenta, pero gracias...) me levanté para bañarme, y dormí de nuevo... si no me conociera tan bien, diría que esto es una depresión... pero no, no lo es... después de todo padezco periódicas depresiones y sé que esta no lo es... después de todo tuve la voluntad de bañarme ¿que no?...

Desperté tarde y estuve a punto de decidir no acompañar a mi hermano a su entrenamiento de Box en la Segunda sección del Bosque de Chapultepec... pero fui... no era posible que después de no haber jugado el partido completo resultara ahora con que no iba ni siquiera a correr un rato el día de hoy (¿ves como no es depresión?)...

Es un hermoso día nublado, sin rastro de sol... eso sí, me costó mucho trabajo empezar... era como cargar toda la nada sobre la espalda... pero empecé... para sorpresa mía no estoy tan mal en los ejercicios de fuerza... aún no... poco antes de empezar a correr empieza a lloviznar... no hay problema... sólo agrego el gorro para conservar calor por si acaso llueve... lo demás, así ligero está bien... si lo sabré yo... por años practiqué Atletismo... que días aquellos... todo era perfecto...

A medida que avanzo me doy cuenta de que los tendones, al menos por esta vez, me dejarán correr... me duelen, por supuesto, pero he corrido aún con más dolor... esta vez estoy bien... tampoco correré muy rápido... la experiencia es precisa sobre mis limitaciones...

al poco llueve plenamente... que delicia... vienen a mi memoría aquellos días en que correr era uno de mis "pilares de existencia"... había definido tres pilares sólidos e inamovibles... hoy por hoy sólo queda uno... y sólo espero a que ocurra lo que tiene que ocurrir... "sólidos e inamovibles"... jajaja... lo ingenuo que uno puede llegar a ser...

A medida que la lluvia arrecia el bosque se va quedando solitario...

"No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
que sólo se despierta con la lluvia.

Ahora la última nube ha resuelto quedarse
y nos está mojando como a alegres mendigos.

El secreto está en correr con percauciones
a fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechan
para nacer desesperadamente."

Voy corriendo por las veredas encharcadas y lodosas del bosque... trato de asimilar el sonido de las gotas rompiendo en las hojas de los árboles, en la tierra que poco a poco va quedando regada con pedazos de cielo... recuerdo aquellos días en que corría ligero y veloz... aquellos días en que todo era perfecto... (jajaja... no te preocupes; no me engaño... bien sé que la memoria es imperfecta e imparcial, y siempre recuerda a su favor... pero tiene su encanto jugar a que no pasa uno por esta vida sin haber sido feliz al menos por momentos...)

Termino de correr y el aguacero sigue declarado... camino un poco y extiendo las manos, y levanto la cara, y escucho el suave y profundo rumor, y veo a lo lejos como si la misma nube hubiese bajado a llover a flor de tierra, y le escurren pequeños y urgentes riachuelos a los troncos de los árboles... una orgía... el agua es el semen generoso que la ávida tierra acoge con lascivia en su candente seno para ser fecundada...

Como puedo me desnudo (casi...) y enjuago mi ropa lodosa en los riachuelos cristalinos, la exprimo y me meto al auto donde, prevenido, tengo ropa seca...

ha sido de esos regalos de la vida que hacen pensar (y si no se tiene cuidado hasta creer...) hacen pensar que acaso todo esto puede valer la pena... y sé que pronto también... lo recordaré (engañosamente) como si hubiese sido perfecto...

amaina la lluvia... llega contento mi hermano que, a cubierto, pudo también terminar de entrenar... nos vamos cuando la lluvia ha terminado... y la tierra empieza a vaporizar... tibia y exhausta... como amante satisfecha... y siento como nostalgia... como si algo de mí se quedara en este lugar, en este día, y (vuelvo a jugar) con suerte para siempre...

"No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.

Ustedes pueden irse.
Yo me quedo."

A la izquierda del roble.... Mario Benedetti... fragmentos...
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martes, 3 de junio de 2008

Esperar...

(Del libre albedrío...)

si fuese otro te preguntaría:

"¿Por qué esperar?"

si fuese otro te conminaría a:

"Salir en busca de ese círculo"

te diría que "el mundo NO es de los que esperan"...

te diría que "es un desperdicio, y hasta una irrespnsabilidad... que la vida es una... que la vida es muy corta para esperar"

...y más... mucho más...

pero no soy otro... soy el que soy...
soy también de los que "espera"...

y tanto he esperado, que te podría decir que aunque hayas decidido esperar, puedes dejar de hacerlo cuando te de la gana... que si esperas es porque así lo has decidido...

te podría decir que visto de esta manera, sin estas "ataduras", resulta que no son tan malos los "domingos"... ni las lágrimas congeladas, ni los atardeceres interminables...

te podría decir que hasta en el dolor puede encontrarse algún placer...

Pero, Debby querida... en esta espera he aprendido (o al menos concluído) que de nada sirve decir nada, porque es cosa que cada quien debe descubrir...
Así pues, sólo atino a leerte...
acaso, si pudiera, sólo me sentaría en silencio a tu lado...

por supuesto... a esperar...

Saludos...
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