(De las decisiones que tomamos...)
Con el tiempo he aprendido (aunque eso no implique que sea fácil), con el tiempo he aprendido a ignorar mis deseos incumplidos... lo cual, como todo... tiene sus consecuencias...
.
... sabiendo esperar un poco
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Hay deseos y proyectos por los que vale la pena luchar hasta el límite: tu matrimonio, la familia, por ejemplo....otros, dejarlos por ahí y revisarlos sin angustias cada tanto, pues quizás las circunstancias cambien y puedan ser posibles.
Saludos, es un placer tenerte dando vueltas por acá.
ups!!! si lo sabre yo...
Hola, Guillermo, pues yo debo ser una loca de atar, porque nunca doy por perdido un deseo incumplido, aunque tenga que modificar un poco el guión.
Ya no podré ser espadachín, pero puede que me atreva a ser un poco aventurera y cargarme con un mandoble de florete la crisis, a los que me lo quieren vender todo, a los que me quieren atar de por vida a la deuda, compra, compra, compra, y yo cada vez necesitando menos.
No es exacto, pero mejor un poco incumplido que olvidado y enterrado.
Voy a ponerme al día, hoy que tengo más tiempo y puedo leerte tranquila.
Besos, Guillermo.
Publicar un comentario