Extraño las luciérnagas...

(De los miedos infantiles...)

Me levanto sin encender la luz, pero aquí no es igual que en Agustín Ahumada, aquí choco y tropiezo a cada paso que doy... hace tanto tiempo de eso... allá sabía que no pertenecía a ese lugar... allá sabía que tarde o temprano tendría que salir de allí para no volver nunca más... y así fue, pero allá podía andar por los pasillos sin tantear el camino... nunca supe el número de escalones, pero podía subir y bajar las escaleras en plena oscuridad sin usar el pasamanos y con plena confianza... hace tanto tiempo de eso... hoy en cambio tropiezo con las cosas aún en plena luz del día y sigo sin sentir que pertenezca a algún lugar...

Hacía mucho que no veía tantas estrellas... hace mucho que no veo luciérnagas... extraño las luciérnagas... extraño ser niño... mujer ¿cuántas estrellas se ven desde tu casa?...

aquí no hay otros ruidos... aquí las noches pertnecen a los perros... ¿por qué será que no puedo dormir cuando la cama abre por mi lado izquierdo?... ¿Qué irá a ser de nosotros?... ya estoy pensando de nuevo, mejor regreso a la cama, a ver si puedo dormir...

Mi hermano está despierto, hablamos cualquier cosa... y es como si se deshiciera la oscuridad... gracias hermano, al menos por un rato me has quitado un miedo no se a qué, y que no sabía que tenía...

Él venía igual, de la oscuridad... dice que creyó ver una luz afuera... dice que no pudo cerrar... dice que no encontró las llaves... dice que dejó una silla para que haga ruido si se abre la puerta... entonces le digo que yo tengo llaves, que yo iré a cerrar, que de todos modos dejaré la silla en la puerta para ver si así puede dormir... creo que yo le quité el suyo, su miedo, al menos por un rato, porque ahora duerme, lo sé porque ahora se le oye respirar, no como cuando estamos despiertos que respiramos quedo, sin haceer ruido, no, ahora sé que descansa, porque lo oigo respirar...
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