Te contaba hace unos días de mi mala suerte... de esas como coincidencias que se dan para que al final no resulte lo que se pretendía, o simplemente no suceda lo que por simple inercia debía haber sucedido... en circunstancias normales...
¿Recuerdas que te conté, a propósito de esa situación tan extraña en la que te viste implicada, cómo un pequeño error en una nota... la coincidencia precisa de que esa nota tuviera un error de fechas pero que hacía, sin embargo, coincidir los días errados con los de un fin de semana próximo en este año... tu incapacidad en ese momento para ir más a fondo y corroborar la nota y... ¡¡ZAZ!!... ya no pudimos asistir a ver "Los siete dedos de la mano"...?
En ese entonces te dije que sí era algo molesto, pero que ya me había acostumbrado a que esos pequeños accidentes me ocurrieran con frecuencia, y que por tanto ya no me preocupaban más allá de la sorpresa inicial... Te dije que seguramente me seguirían sucediendo, más temprano que tarde, y que te los narraría para que vieras que en efecto me suceden con frecuencia... ¿Lo recuerdas?...
Bueno... pues olvidé decirte que sí, se dan esos pequeños accidente que dan al traste con situaciones "normales"... pero que a veces es peor... a veces incluso esa situación es precedida por lo que parece una oportunidad no buscada... una oportunidad que me sale al paso como "regalo divino"... y que por un, otro, pequeño accidente, coincidencia o maquiavélico plan deliberado por quién sabe qué Duende cruel, o aburrido Dios, o lo que sea... termina por perderse de nuevo como cuando a un niño se le rompe el cordón que sujetaba el preciado y hermoso globo inflado con helio que simplemente no debía haberse perdido...
Cuidad de México... Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería... Domingo 27 de febrero de 2011... 15:00 hrs... Salón de Actos... Presentación del libro "Los Señores del Narco", de Anabel Hernández... Con presencia de la autora...
No me había hecho muchas ilusiones de ir... porque era poco probable que venciera la pereza... pero la vencí... era probable, eso sí, que se me hiciera tarde y no llegara a tiempo al evento... pero, cosa rara, llegué como a las 1:15... Era probable también que estuviese llenísimo y no pudiera lograr acceder.... era probable que "por algo" suspendieran el evento... era probable que se viniera la esperada "Gran Sacudida" que destruyera la ciudad, derrumbara el Palacio de Minería y arruinará todo...
En un principio pensé ir solo... pero le sugerí a mi hermano que me acompañara y parecía que lo había considerado... te lo comenté a ti y también consideraste la posibilidad de asistir...
El viernes dice mi hermano...
Es el Domingo, ¿Verdad?
- Sí, pero no te preocupes mucho... no pasa nada si no vamos... yo mismo no sé si pueda vencer la pereza... jajaja...
El sábado en la noche me escribe...
- Lo del domingo es a las 3, ¿Verdad?, porque dice Betty que va con nosotros.
(No sé quién es Betty, pero es lo de menos)
- Pues sí, que bueno... aunque una amiga cumple años y, aunque aún no me dice nada, si me llama para decir que lo festejará, ya no iría a la Feria... pero pueden ir ustedes y me cuentan... ¿No?, jajaja...
Y un poco más tarde...
- Dice Betty que si no quieres que te hagamos un resumen también.
El domingo por la mañana vamos a hacer ejercicio. Él por su lado y yo por el mío, como de costumbre... Al reencontrarnos a media mañana me dice que había olvidado un compromiso hecho hace meses... y que no puede soslayar... que se lo han recordado hace unos minutos... No me preocupo, porque aún puede ser que yo mismo no vaya... aún puede ser que en yendo, "algo falle"... aún puede ser que tú sí vayas...
Dejé el coche en el estacionamiento de la Glorieta de Colón y caminé hasta al Palacio de Minería (como un Kilómetro de distancia)... una caminata muy agradable en virtud de que pude hacerla despacio y sin prisas... Llegué, compré dos boletos, me di cuenta que no debí hacerlo, pero... entregué uno, el otro lo guardé en mi bolsillo e ingresé al abarrotado recinto...
De inmediato ubiqué el Salón de Actos en la Planta Alta del Palacio y me dirigí hasta ahí. Había una gran fila, pero al preguntar en la entrada me dijeron que era para un concierto...
- A mi me interesa la presentación de un libro: "Los señores del Narco", de Anabel Hernández...
- ¡Ah!, sí... es después del concierto...
- De acuerdo... Gracias...
No sabía qué editorial publica el libro, pero lo busqué en el Internet del móvil (por cierto que no hay Internet libre en el Palacio... deberían considerarlo para futuras Ferias)... Editorial Grijalbo... me paso mis buenos diez o quince minutos revisando el mapa de la Feria sin encontrar el módulo de la editorial... No puede ser que no haya un módulo de Grijalbo... me acerco a un módulo de información...
- Oye, disculpa mi torpeza, pero es que ya revisé varias veces y no encuentro en este mapa el módulo de Grijalbo...
- ¡Ah!, es que no hay módulo de Grijalbo como tal. Viene con Random House... en ese módulo encuentras Grijalbo...
Y, en efecto, ahora sí, justo a la entrada de Random House, la pila de libros de "Los Señores del Narco"... $235.00... pago en efectivo... Gracias...
Aún me queda mucho tiempo y se me ocurre la grandiosa idea de ingresar al concierto del Salón de Actos y quedarme en el interior después del final para continuar con la presentación que me interesa... Grandiosa Idea en verdad...
La fila baja por las escaleras del Palacio hasta la Planta Baja y aún se pierde al doblar al menos dos esquinas por los pasillos... cuando al fin llego al final, la fila ha comenzado a avanzar... y ya incorporado en ella, al ir subiendo por las escaleras alguien se acerca y me pregunta...
- ¿Dónde le dieron su ficha?
- ¿Cuál ficha?
- ¿Para el concierto?
- No lo sé... yo no tengo ficha...
Esto no me habría pasado si hubiese venido con alguien... alguien se forma y alguien va a preguntar...
Entre que sí y entre que no, me salgo de la fila, espero, y cuando termina de entrar toda la fila me acerco a la entrada...
- ¿Va usted a pasar?
- No tengo ficha...
- No importa... aún hay lugares... pase usted...
- ¡Ah!, que bien... Gracias...
El espacio, aunque imponente, no es muy grande, pero hay suficientes lugares... Elijo uno de los que han sobrado hacia el frente del recinto y paso un rato muy agradable escuchando a "Pasión Escarlata"... un dúo de algo como "Folk-Rock"... la bocalista muy atinada, por cierto... y al final nos piden desalojar el Salón...
- Oye, yo vengo principalmente a la presentación del libro que sigue a continuación...
- Lo siento, pero tiene que salir y formarse de nuevo...
-... sí... de acuerdo...
Esto no me habría pasado si no se me ocurre la "Grandiosa Idea" de entrar al concierto... y obvio, la fila era de nuevo enorme... pero allá voy, con cierta precipitación hacia el final de la fila... ya buscando en la Planta Baja el fementido final de la fila, recuerdo lo de las fichas... ¡¡Las malditas fichas!!, y voy de regreso hacia arriba para preguntar dónde las dan (si no me hubieran dado acceso inmediato al concierto, habría preguntado antes)... a media escalera encuentro a personal de la Feria...
- Perdón... ¿Dónde dan las fichas para el acceso al Salón?
- Sobre la misma fila... usted fórmese y allá llegan a repartirlas... hasta donde alcancen...
(¡¡RAYOS!! Esto no sería tan complicado si no viniera solo)
Por fin me formo a kilómetros de la entrada... pero tengo la tranquilidad de que para el concierto era una fila similar... y así es. Alcanzo la ansiada ficha... la fila avanza... e ingreso por segunda ocasión al magno Salón de Actos... nuevamente logro un buen lugar, incluso más al frente que el anterior... Anabel Hernández... con un playera blanca... desparpajada... informal... de domingo... agradable... muy agradable... pero con una firmeza y seguridad que no nos dejaba perder un momento de atención... ya dedicaré una entrada formal y seria, como corresponde a sus palabras... a su libro... a su propuesta... el momento ha sido mejor, mucho mejor de lo que pudiera haberme imaginado...
Termina la presentación y viene la firma de libros... si no me hubiese sentado tan al frente, habría alcanzado un mejor lugar en la fila de firmas... vamos pasando poco a poco... y en un momento le digo a la pareja de enfrente...
- Les pido un favor... vengo solo... y quisiera que alguno de ustedes me sacara una foto con Anabel cuando me toque turno de pasar...
- Sí, claro, yo te la saco, aventura la chica...
- Gracias...
Cuando faltan como 10 personas nos avisan...
- Les suplicamos que sean breves en la firma, y que se abstengan de tomar fotografías, porque ya es tarde, tenemos que entregar el Salón para un siguiente evento y aún faltan varias personas de pasar...
(Esto no me habría pasado si no me hubiese sentado tan en buen lugar... si hubiera logrado un mejor lugar en esta fila... si... en fin...)
- Le recuerdo que no se pueden ya tomar fotografías señor...
- No te preocupes... no pretendo ya tomarme una foto con Anabel... sólo aprovechar para tomerle una a ella mientras me firma el libro... seré breve...
- De acuerdo, pero no se demore... por favor...
- Gracias... ten por seguro que no lo haré...
Es mi turno...
- Hola -me recibe ella con una gran y fulminante sonrisa-
- Hola Anabel... mi nombre es Guillermo -y le entrego el libro- (¿Así o más breve?)
- Ella escribe y yo le tomo una foto... ella, en terminando, voltea... aún con el libro abierto... aún con la pluma en la mano... aún ligeramente reclinada sobre su texto... y sonríe... -Click- habría hecho mi cámara si fuese mi vieja reflex que tanto extraño...
No es por vanagloriarme, pero aunque no es una fotografía que aspire siquiera a ser considerada para alguna publicación, a mí me ha encantado... A mi juicio, refleja con precisión lo que es Anabel Hernández o, al menos, lo que yo creo que ella es... y estoy, a pesar de todo lo que perdí, muy contento con ella...
Salgo del Salón... y me dedico a vagar un rato por los módulos... pero pronto me doy por vencido... me viene a la memoria la canción de TEX TEX, "Toque Mágico"... "miro a todas partes // y no sé qué buscar..."... me dirijo a la salida y de pronto recuerdo que la Universidad Autónoma de la Ciudad de México tiene un módulo aquí... y que quizás pueda yo obtener alguno de los títulos de los que han hecho, y he escuchado, programas en Radio Ciudadana... veamos... UACM... Planta Alta... módulos 1565-1566... subo de nuevo... me equivoco de pasillo y llego a una sala... Radio UNAM... ¡Ah!, es cierto... Radio UNAM iba a transmitir en vivo desde aquí... ¿Quién estará?... me acerco a la entrada y justo están despidiendo una transmisión... se levanta el invitado y es... ¡ Anabel Hernández !... wow... más aún, la salida no es por un costado de la mesa de transmisión... es... por la puerta donde estoy ubicado... wow... esto SÍ QUE ES BUENA SUERTE...
- Te pido un favor... ahora que se acerque Anabel... me sacas una foto con ella... por favor... te lo suplico...
- jajaja... claro que sí, yo te la tomo -responde una chica que casualmente está a mi lado en este momento-
- Sólo nos centras en esta pantalla... y oprimes aquí...
- Sí...
Anabel se acerca por el pasillo... empujando a su hijo de dos años en una carreola...
- Pues sí mamá... por eso les dije que se adelantaran a comer... es que así son estos eventos...
Alguien se me adelanta y se toma una foto con ella... termina y sigo yo...
- Yo también Anabel... por favor...
Me mira por un brevísimo y, sin embargo eterno instante...
- Sí, por supuesto...
- Ya está... y perdóname por favor... pero es que si no era hoy... ¿cuándo?
- jajaja... sí... no te preocupes... gracias...
- No, qué va... Gracias a ti... (Afortunadamente esta respuesta ya es automática en mí)... hasta pronto... y de nuevo ¡¡FELICIDADES!!
- Gracias...
Me volteo a con la chica que amablemente me ayudó con la cámara y me pregunta...
- ¿Sí se tomó?
Miro la pantalla...
- No... no se tomó... creo que no oprimiste el botón con suficiente fuerza...
- ¡Ay!... Lo siento mucho...
Esto no habría sucedido si no hubiera ido solo... pero de hecho, tampoco tenía por qué haberse presentado la oportunidad misma si andaba yo vagando sin rumbo...
La sorpresa inicial ha pasado muy rápido... apenas un instante... retomo el control y volteo a mirarla con una sonrisa...
- ¡Ah!... no te preocupes... no pasa nada... todo esto fue demasiado rápido y apenas si tuvimos tiempo... si ni siquiera imaginé que habría podido tener esta oportunidad... así que no hemos perdido nada... de verdad... no te preocupes por favor...
Vuelvo a sonreír... y creo que, si bien no pienso que ella haya entendido el porqué es que en verdad no me molestaba lo sucedido, sí creo que supo que en verdad no me molestaba... de suerte que logré que sonriera... sonreí... le dediqué una pequeña inclinación de cabeza y me dirigí a la salida del Palacio de Minería...
En apenas saliendo, una persona con aspecto muy descuidado, solicitaba a los que salían la mitad del boleto que aún conservaran... Me imagino que para presentar dos mitades a la entrada, esperando que no se notara que eran dos mitades de boletos diferentes y así poder acceder... saqué de mi bolsillo tu boleto intacto y se lo ofrecí... -¡Gracias!-... y caminó rápido hacia el guardarropa para dejar en custodia dos cajas de cartón sujetas con cordones que llevaba consigo...
Caminé tranquilo el kilómetro de Centro Histórico de la Ciudad de México, que me separaba de mi auto... tranquilo... de verdad tranquilo...
A fuerza de sucederme con tanta frecuencia este tipo de "accidentes", estoy aprendiendo a evitar que sus efectos se extiendan... El problema se viene cuando das por hecho un evento... cuando crees que te pertenece su desarrollo y su culminación...
El dolor... viene del desprendimiento... de la separación de algo que pertenece y ocurre que se rompe esa pertenencia... si no hay pertenencia... no hay dolor... en cambio con el dolor, puede venir la soberbia (o viceversa) que te provoca el estado de ofensa... y hasta la necesidad de resarcimiento... de venganza...
No permitiré (por lo menos esta vez te falló Duende cruel... o Dios aburrido... o lo que demonios seas) que esta mala suerte me afecte... y menos aún, que por mi causa afecte a los demás...
Por lo menos esta vez...
Saludos... desde el abismo...
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2 comentarios:
Es la primera vez que comento, pero no es la primera vez que entro a leer y es que entre comentar y leer, se me da mejor lo primero... pero en esta ocasión decidí hacer las dos cosas por que estoy fascinada con tu blog, es maravilloso y escribes de tal manera que creí haber sido tu acompañante ese día (jeje), la forma en que narras y detallas es maravillosa.
Espero en un futuro hacer algún comentario más inteligente o que por lo menos no sea tan simple como este, jeje la verdad me intimida un poco escribirte.
Por cierto me declaro tu fan!! Te mando besos y un fuerte abrazo!
Te leo la próxima.
Hola, Guillermo, después de leerte fui a indagar y por fin pude ver a la protagonista de todos tus desvelos de esa feria. parece que se lo merecía por valiente y por guapa también.
Creo que si cuando vas a iniciar algo piensas que no va a salir bien, no sale bien. No comprendo el mecanismo, pero si he comprobado que ocurre.
Así que la próxima vez, y contra tu costumbre, inicia lo que te ocupe creyendo que es tu día de suerte, verás que cambiazo.
De todas maneras, me he reído con tu relato, tienes una vis comico-trágica que me va mucho.
Ah, te dejo un link de una amiga de Aguascalientes que puede que te guste.
http://wastedcherryblogblof2.blogspot.com/
Muchos besos,
Tesa
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