... sabiendo esperar un poco
martes, 28 de diciembre de 2010
Dice aquí...
martes, 21 de diciembre de 2010
Érase una vez...
domingo, 19 de diciembre de 2010
Dice aquí...
lunes, 23 de agosto de 2010
Dice aquí...
(De los parteaguas...)
martes, 4 de mayo de 2010
Dice Aquí...
Firmin, continuación…
Dice aquí…
“El mero hecho de masticar y tragar algo, aunque no alimente el cuerpo, nutre los sueños. Y los sueños de comida son como cualquier otro sueño; puedes vivir de ellos, mientras no te mueras.”
Verdad tremenda. Vivir de sueños… alimentarse de sueños… alimentar los sueños…
Pero no sólo eso. En mayor o menor medida, todos, todos vivimos de sueños; de un “algo” que hemos de alcanzar y, o construir o, mejor aún, que ha de ocurrir, que ha de llegar “porque sí”, porque la esperanza, la maldita esperanza, los sueños, son así; mientras menos probables, o más imposibles (fantásticos) son más puros.
Por otro lado, no es el sueño, es el soñador que teje un sueño, una esperanza, un motivo a la medida justa de su necesidad; que satisfaga, que justifique, al menos, su instinto de supervivencia, que lo demás, si bien nunca sobra, tampoco falta, lo demás, está de más, que lo realmente importante… relevante… es el sueño, en su justa medida. La cantidad, la dosis de esperanza justa y necesaria (tal cual una droga de potente poder estupefaciente) para crearnos etéreas alucinaciones que nos distraigan de la realidad cruda y contundente de la efímera, fugaz e intrascendente existencia.
Son sólo, los sueños, meros recursos del instinto naturalísimo y, en ese sólo sentido, indudablemente válido, de permanecer vivos… ¿para qué?... esa, es otra historia… que se crea a partir de habernos primero convencido de que “debemos” vivir o, al menos, concluir, saber, que el río de la vida avanza imparable y nosotros, como meras hojas secas flotando sobre sus aguas, con él, de suerte que no es necesario precipitar nada, aún cuando la vida se trate de un lapso vacío…
Partiendo de esta premisa, la variedad de sueños crece y se ramifica en todo lo que conocemos, en todo lo que construimos y, más aún, todo por lo que luchamos, lo que esperamos, lo que soñamos, en mayor o menor grado, desde pequeñas esperanzas, aspiraciones cotidianas, efímeras como pequeñas burbujitas, hasta nobles o viles, personales o generalizados, vacios o trascendentes, los más grandes sueños, las más grandes búsquedas, las más grandes luchas, esperanzas, sueños, hasta las más grandes pasiones…
Saludos... desde el abismo...
viernes, 30 de abril de 2010
Alguien arriba debe estar muy aburrido...
sábado, 24 de abril de 2010
Dice aquí...
domingo, 18 de abril de 2010
Dice aquí...
domingo, 11 de abril de 2010
Dice aquí...
sábado, 6 de febrero de 2010
Aquellos días...
"Edifica uno su vida para determinada persona, y cuando ya está todo dispuesto para recibirla, no viene, muere para nosotros, y tenemos que vivir prisioneros en la morada que labramos para ella."
................................................................... Marcel Proust; "En busca del tiempo perdido"
...................................................................... 2. "A la sombra de las muchachas en flor"
Allá cuando niño
solía estar atento
a la escasa fauna citadina
de la colonia donde crecí...
Murciélagos, lechuzas, tlacuaches
mariposas multicolores
montones de luciérnagas en época de lluvias...
Así las cosas
alguna vez
muy alto en un fresno alto
el afanoso golpeteo
me descubrió un pájaro carpintero...
Y a diario sin falta
camino de la escuela
levantaba la mirada
sin saberlo entonces, ahora lo sé
con cierta inconciente ansiedad...
y sonreía...
golpeaba el pajaro carpintero
por debajo de un tronco horizontal
y pensaba yo que eso era muy sabio
porque nunca entraría la lluvia...
no sé qué tan profundo golpeó
no sé cuántos días, o semanas pasaron
no sé qué pasó...
pero un día de los días
el pájaro carpintero ya no apareció...
Pasaron los años
como pasa todo
yo seguí pasando...
a otras escuelas, y luego al trabajo...
y aunque ya no de siempre
por la premura que con frecuencia nos acusa
por otros asuntos que no nos dejan vivir
solía voltear, de vez en vez, al hueco del árbol
quizás buscando una respuesta
no lo sé...
Tampoco sé porqué recuerdo estas malditas cosas
porqué siento esta angustiosa necesidad
de ver de nuevo ese hueco
de volver a ese árbol
a esos días en que el pájaro carpintero golpeaba
y yo sonreía...
no lo sé...
Hay una canción... sencilla y hermosa... sencillamente hermosa... "Te recuerdo Amanda", de Victor Jara, cantautor chileno asesinado bajo el régimen de Augusto Pinochet Ugarte...
( http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=275804 )...
hay versiones de muchos reconocidos famosos... Mercedes Sosa, Silvio Rodríguez, el mismo Victor Jara... yo la prefiero con un grupo de reggae chileno que se llama Gondwana
( http://www.youtube.com/watch?v=f-sLRVx1FSc )
Te recuerdo Amanda
la calle mojada
corriéndo a la fábrica
donde trabajaba Manuel
La sonrisa ancha
la lluvia en el pelo
no importaba nada
ibas a encontrarte con él
con él, con él, con él, con él, con él
Son cinco minutos
la vida es eterna en cinco minutos
suena la sirena
de vuelta al trabajo
y tú caminando
lo iluminas todo
los cinco minutos
te hacen florecer...
................................................... "Te recuerdo Amanda", fragmento
también escribí un Haiku...
duerme tranquilo
pájaro carpintero
comienza a llover
.
.
.
jueves, 4 de febrero de 2010
Haiku...
la lluvia helada
murmura en la ventana
que no puedo abrir
.