... sabiendo esperar un poco

domingo, 11 de abril de 2010

Dice aquí...

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(De hasta dónde pueden llevarte los sueños...)

Firmin es un libro de Sam Savage, editado en México por Seix Barral.

Tierno, emotivo y deprimente; aunque este último adjetivo es evitado por los comentadores del libro en la contraportada, quizás por obvias razones, comerciales y obsesivas razones; porque el adjetivo deprimente simplemente no vende, y porque hay en estos tiempos una terca insistencia en "el deber" máximo y único de "ser feliz". Porque otra cosa es invariablemente un fracaso.
A pesar de todo, Firmin, quizás por su carácter de fábula, va teniendo buen éxito en los Estados Unidos, y se proyecta ya editarlo en diversos países del orbe. Enhorabuena.

No es el objetivo de esta serie revelar la historia ni mucho menos. En todo caso lo es llamar la atención de quien lea estas entradas para que conozcan la existencia de la obra y quizás, sólo quizás, se interesen en conseguirla para su completa lectura, recordando la máxima que dice que un libro tiene tantas versiones como individuos lo lean.
Así entonces, el presente es sólo un ejercicio, porque queda lejos de pretender ser una interpretación, un ejercicio pues, de desarrollo de ideas que me surgen con determinadas citas de la obra, que tendrán mucho que ver, si no es que todo que ver, con las literales "notas al margen" con las que he ido llenando, de un tiempo a la fecha, los libros que leo...
Al grano pues...

Dice aquí:

"Contemple usted al caballero de la Triste Figura: vanidoso, testarudo, apayasado, ingenuo hasta la ceguera, idealista hasta incurrir en lo grotesco... Lo cuan viene a ser como describirme a mí en pocas palabras. La verdad es que nunca he estado bien de la cabeza. Lo que pasa es que yo no ataco molinos de viento. Hago algo peor: sueño con atacar molinos de viento, estoy deseando atacar molinos de viento y a veces imagino que he atacado molinos de viento. Molinos de viento o molinos de cultura -digámoslo de una vez-, los más deleitables e inasibles de los objetos, trituradoras eróticas, molinitos lascivos de lujuria, factorías carnales de raros goces, fantasilandias de fornicadores frustrados, cuerpo mismo de las beldades. Y, al final, ¿cuál es la diferencia? Una causa perdida es una causa perdida."

Entre los múltiples elementos que componen el dinámico (siempre en movimiento) y caótico equilibrio de la personalidad humana, que se agregan, que se contraponen, que se complementan, que se obstruyen unos con otros, este fragmento me recuerda dos: el pragmatismo y la... ¿ensoñación?... jajaja...
Firmin comete el error, y yo creo que no es que voluntariamente decida cometerlo, sino que lo comete porque así es su... equilibrio... comete, o decide cometer pues el error de soñar más allá de sus posibilidades. Para bien, o para mal, lo reconoce y lo acepta, aunque esto no implica que por ello logre ninguna tranquilidad; mucho menos "su obligación" de "ser feliz".
Muchos dirán, y me dicen, que soñar más allá de las posibilidades no es un error, y salen con sus libritos de superación personal y me "demuestran" que "todo sueño es posible", que "no hay que darse por vencido", que "todo está en tu interior"... De acuerdo. No discutiré eso porque es un hecho que ha sucedido, y seguirá sucediendo, que "sin ser posible", alguien que "soñó" en volar ha logrado que la gente vuele... como las aves en los aviones... o en pedazos como en el Japón... Sólo diré que si bien nunca se sabe, si eres asiduo lector de este tipo de obras de superación, me parece, sin poderlo asegurar repito, que quién ha de asegurarlo eres tú, no debes leer Firmin. Nada más.
Ahora bien. Lo que llama mi atención, lo que me parece fascinante, lo que me despertó este fragmento, es que el ensueño y la practicidad al mismo tiempo se contraponen y se complementan... porque la grandeza de El Quijote es que en soñando no sólo soñaba, sino que llevaba al cabo su sueño (tal cual los genios inventores y descubridores, o quizás más que ellos)... Sin ser, ni estar, ni hacer, ni nada, El Quijote era... estaba... hacía... "Dichosos los locos de remate, porque de ellos, y sólo de ellos, es el único paraíso que existe".
Firmin, en cambio, sólo desarrolla la capacidad de soñar, o quizás sólo sueña sueños imposibles... No es, ni está, ni hace, ni nada... sólo sueña... pero, y he aquí lo fascinante, quizás su misma incapacidad es lo que potencia su capacidad de soñar... su incapacidad de hacer otra cosa, lo orillará, lo obligará a seguir lejos por el único camino posible... la imposibilidad... uuufff...

Saludos... desde el abismo...
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3 comentarios:

A do outro lado da xanela dijo...

Quedan ganas de leer más. Apuntaré el título para mi lista de deseos.

Beso!

Tesa Medina dijo...

Lo tenía pendiente, se lo regalé a mi hija que vive en Madrid, pero yo no lo he leído. Lo compraré en esta feria del libro tan hermosa que se hace en Barcelona el día 23, mañana, donde la gente intercambia libros y rosas.

A veces soy Quijote (adoro a este personaje) y muchas más Firmin, sueño, sueño y devoro libros y conocimientos y arte... y me consuelo...

Vuelvo en otro rato y me sigo poniendo al día.

Un beso, Guillermo.

Franck dijo...

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muchos Exitos y sigue adelante con tu blog.

saludos



Franck
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